Dicen de ti que eras una mujer muy trabajadora. Te encantaba la artesanía: espardenyes, mocadors, mantons, rifacos i davantals eran algunas de tus creaciones. Piezas que tomaban forma en es porxo de casa, rodeada de tu jardín de flores, tan únicas como tú.

¡Cómo me hubiera gustado estar allí!

Por desgracia, la vida no nos permitió encontrarnos, pero estoy segura que allá donde estés, me cuidas, me guías y me inspiras a diario. Sé que algún día nos encontraremos y pasaremos largas horas contándonos historietas, riendo y compartiendo nuestra pasión.

Mientras tanto, disfruto creando rodeada de las flores que un día te inspiraron.

Sí, ¡tu jardín me inspira!
Això va per tu!,
T’estim güela Eulària.